septiembre 11, 2014

-Adiós...

     -Adiós...
Y cuando abres los ojos te das cuenta de que ha terminado. Que todo lo que imaginabas para siempre se ha ido corriendo al girar la esquina de la calle de enfrente. Que aquel apoyo incondicional con el que contabas siempre se ha ido y que tienes que aprender a impulsarte tú sola, que cuando lo nuevo se va, queda lo viejo, lo de siempre, lo que nunca falla y un vacío descomunal. Puede que vivas en una noche eterna, que camines porque tienes que hacerlo y que te levantes porque suena el despertador. Probablemente el primer mes será insoportable, saldrás y lo verás feliz, con otra, pero..."be patient my friend" la luz volverá a tu ventana cuando una mañana te des cuenta de que ya no duele tanto, que el dolor se durmió contigo y no se ha despertado. Entonces, en ese justo momento te darás cuenta que ya vale de coletas y que se acabó el negro, que tú eres más importante que todas esas mierdas, que eres demasiado joven para sufrir por amor y cogerás esa camisa roja que tanto te gusta y soltarás tu pelo. Saldrás a la calle con una sonrisa de oreja a oreja y puede que te lo encuentres, con la otra, pero sonreirás y algo en sus ojos aparecerá cuando se de cuenta de que él intento salir de tu vida y tú lo has echado a patadas, con regalos y recuerdos incluidos. Porque sabe que ahora es feliz, pero que la rutina llegará como llega siempre la noche, y nadie le llamará tanto como tú, ni contara con él para todo, nadie le besará como tú y ella no tendrá esos detalles...y... aunque pensándolo bien, puede que por eso no sonría, porque la realidad le ha caído de golpe cuando te ha visto sonreír y sabe que él ya no es el motivo.


 

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